martes, 20 de diciembre de 2011

como la vida misma...


cancioncita pa las circunstancias! como la vida misma!

Cuesta aceptar, adaptarse, ceder… 
Nadie dijo que fuera fácil…

Cuesta, cuesta arriba o cuesta abajo, cuesta, eso de mostrarse sin más… desnuda, calmada, con las manos abiertas y los brazos esperando recibir un abrazo de “eres así, y… ¿qué?”

Ser consciente y consecuente de cada pedacito de tu ser, de tu sentir, de tu pensar… de ti… que se cuela en tu bolsillo y viaja contigo… te recorre en cada milímetro de paso que avanzas.
Da un poco igual si te cuesta, porque tú sabes que te ha merecido la pena… al fin y al cabo, jamás he sabido “ser” en entretelas.

Pero lo que menos necesito es un dedo juez en mi espalda.
Que puede que sea un punto y aparte muy gordo, demasiado gordo… que, ¿qué pasará? No sé, ¿y si pasa? Pues, si pasa, se le saluda…

Y lo poco que me pesa la sonrisa que llevo dibujada… ¿qué?

(Sí, cada vez me gustan mas los puntos suspensivos… efímeros puntos!)